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Viajes De Vuelta por el Mundo

domingo, 4 de mayo de 2014

Atienza

Villa Medieval

                          Atienza con sus 3 cerros: el Padrastro, el Castillo y La Horca

Atienza, municipio de la provincia de Guadalajara, se encuentra ubicado en la comarca de la sierra, y su término municipal comprende las poblaciones de Alpedroches, Bochones, Casillas y Madrigal.
Se sitúa en el Camino del Cid y además, también pasa por aquí la Ruta de la Lana, entre Riofrío del Llano y Tordelloso.
Esta villa de orígenes remotos (parece ser que ya existía en el siglo IV a. de Cristo), es la antigua Tithya, que llegó a acuñar moneda propia, enclave arévaco que se resistió a los romanos a la vez que Numancia. Se han encontrado restos Celtíberos en sus alrededores, en la necrópolis de Cerro pozo. La necrópolis celtibérica del Altillo de Cerro Pozo está situada en las inmediaciones de la actual ermita de Santa Lucía, al pie del paraje denominado El Serrallo.


Aunque también existen restos visigodos, su época de esplendor fue en la Baja Edad Media, momento en que esta población se convirtió en enclave de gran importancia estratégica al estar situada cerca de la frontera entre los dominios castellanos y los reinos musulmanes, así como, de la frontera del Reino de Aragón.


Rodrigo Díaz de Vivar (El Cid Campeador),  pasó por estas tierras hacia el destierro, llamando a Atienza "peña muy fuert" según la versión del Cantar del Mio Cid.
En el siglo XII, tras varios períodos de pertenencia castellana, Atienza fue arrebatada definitivamente a los musulmanes, con lo que pasó a formar parte del Reino de Castilla.
Desde el año 1.149 Atienza goza de Fuero (estatutos jurídicos aplicables en una determinada localidad, cuya finalidad era en general, regular la vida local, estableciendo un conjunto de normas, derechos y privilegios, otorgados por el rey, el señor de la tierra o el propio concejo), concedido por el rey Alfonso VII, estableciéndose la denominada Comunidad de Villa y Tierra de Atienza. De esta forma se convirtió en cabeza visible de una comarca con 131 aldeas y unos 2.500 km2 de extensión.
Además, los Reyes de Castilla aprovecharon el carácter fronterizo de la villa para promover a través del fuero, la actividad mercantil: destacó el gremio de arrieros.


Atienza se convirtió en una villa de gran fidelidad a los reyes de Castilla en una época de frecuentes revueltas nobiliarias. Muchos reyes castellanos pasaron aquí grandes temporadas fiados de la lealtad de la villa. Uno de los hechos más relevantes fue la salvación del joven rey Alfonso VIII, a mediados del siglo XII. El rey, que por aquel entonces contaba con sólo cuatro años de edad, era perseguido por los infantes de Castro; refugiado en la villa, y cercada ésta por tropas leonesas para hacerse con el niño, los habitantes decidieron sacarle con los arrieros disfrazándole como uno de ellos. Desde entonces hasta el presente, se celebra una fiesta el domingo de Pentecostés, "La Caballada de Atienza", de interés turístico, y existe una cofradía, La Cofradía de la Santísima Trinidad, que afirma ser la heredera de la antigua cofradía de arrieros que sacó de Atienza al Rey Alfonso VIII.


En el museo de la Santísima Trinidad de Atienza hay una sección dedicada a la Caballada de la localidad. Se pueden contemplar antiguos diplomas con privilegios reales a la Cofradía de la Santísima Trinidad, antiguos pendones y capas que se usan en la fiesta.


El municipio gozaría de una gran prosperidad hasta el siglo XV, llegando a contar con 14 iglesias, además de un castillo, murallas y torres defensivas.
En la segunda mitad de este siglo, empieza el declive de Atienza.
Entre las razones de este declive son:
- La unidad definitiva de España con los Reyes Católicos (la unión entre Castilla y Aragón, hace que pierda su valor fronterizo entre estos dos reinos.
- El alejamiento de la villa de las rutas importantes, que se desplazan definitivamente al eje Henares-Jalón, dejando las antiguas rutas de la sierra de Atienza como secundarias.
- La merma de sus territorios (que quedan reducidos a Cinco Villas, Madrigal, Naharros, Tordelloso, Prádena, Aldeanueva de Atienza y Bochones más otras pequeñas aldeas hoy desaparecidas).
- En el año 1.444 es ocupada por los navarros en las guerras mantenidas por los infantes de Aragón. Fue sitiada por Juan II de Castilla y D. Álvaro de Luna que llegaron a conquistarla a excepción del castillo, donde quedaron las gentes del pueblo y los navarros que hasta entonces la ocupaban. Incendiaron el pueblo, y parte de las murallas derruidas. El Reino de Castilla recupera la villa en el año 1.456 mediante un pacto y una compensación económica a los navarros de Rodrigo de Rebolledo que la había ocupado.

El apellido Atienza


En opinión del barón de Cobos de Belchite este apellido procede de la villa que da su nombre, y dice que los romanos la cimentaron, pero estando sujeta al dominio de los moros en 982, la conquistó D. Sancho, conde de Castilla el año 1.012, poblándola nuevamente. Volvió a perderse, siendo rescatada por Alfonso VI en 1.083, arguyendo que en entre las familias que se hallaron en la recuperación, fue una que tomó este apellido, como ganadora de ella y haberla tenido en feudo.
Ramas de este linaje se extendieron por diversos pueblos de Guadalajara como por ejemplo Jadraque Torija, y Brihuega, y por otros de Castilla La Mancha, Castilla León, Aragón y Andalucía.


Entremos en el pueblo

Atienza tuvo gran esplendor en la Edad Media, y esto se refleja en su casco urbano. La ciudad se levanta en la ladera de un cerro, resultando un entramado de calles en cuesta; en la cima del cerro destaca la silueta del viejo castillo. Con esta configuración de ciudad, en otras épocas resultaba fácilmente defendible.
Veamos ahora ciertas partes del pueblo, sin meternos concretamente con monumentos y lugares que se puedan visitar.
A la entrada del pueblo, y antes de empezar a subir la "cuesta principal" de acceso al centro, nos encontramos con esta pequeña ermita, La Ermita del Santo.
Este lugar es el punto de partida de nuestra visita a esta Villa Medieval.


Cuando hayas subido la "cuesta principal", llegarás al centro y te encontrarás una plaza en donde se encuentra el Ayuntamiento. Aquí busca aparcamiento porque el resto del camino será a pie.

Plaza de España

                                                                Ayuntamiento

La plaza del Ayuntamiento es de forma triangular y se encuentra situada en una fuerte cuesta. Dos de sus lados están ocupados por soportales, y todo su entorno rodeado de edificaciones de épocas variadas, pero muy características de la villa. Podemos destacar entre ellas el palacio del siglo XVI con gran arco adovelado y hermoso escudo heráldico de piedra, correspondiente a los apellidos de Bravo de Lagunas, Medrano y Mendoza. El Ayuntamiento, obra del siglo XVIII,  con su severo empaque arquitectónico y su torrecilla del reloj y un gran escudo en su fachada.
En el centro de la plaza resalta una fuente, también del siglo XVIII, con diversas figuras de peces talladas y un enorme pilón bien trabajado.


¿Qué visitar? 

Arco de Arrebatacapas



Junto al Ayuntamiento, subiendo una pequeña cuesta, nos encontramos el primer monumento que vamos a visitar en la ciudad. 
El arco de Arrebatacapas forma parte de la zona más antigua de la muralla de la villa. Presenta un ingreso cubierto de arco apuntado, y cierra uno de los lados de la plaza del Trigo, el que la comunica directamente con la plaza de España. El nombre de este arco, es debido al hecho anecdótico de que el viento arrebata las capas a los cofrades de la hermandad cuando lo atraviesan el día de La Caballada.

                                                              Plaza del Trigo

                                                     Soportales Plaza del trigo


En esta plaza, Plaza del Trigo, nos encontramos por un lado la antigua cárcel de la localidad, hoy en día reconvertida en terraza bar y en la oficina de correos, y por otro La Iglesia de San Juan.

                                                La antigua cárcel. Hoy un bar



Iglesia de San Juan


La Iglesia de San Juan se encuentra situada en la plaza del trigo y está formada por 3 naves separadas por columnas cilíndricas de bases octogonales. Sus muros tienen semi columnas en las cuales se apoyan arcos de medio punto que a su vez también se apoyan en las columnas que separan las naves.


Sobre al Altar Mayor hay una bóveda semiesférica achatada, y enfrente está el coro el cual tiene el único órgano que todavía existe, de los 6 que hubo en las iglesias de Atienza.


Las paredes tienen fuertes contrafuertes, y en las paredes laterales se abren 5 ventanas con arcos de medio punto. En el muro del coro hay tres óculos (en arquitectura se designa a una abertura o ventana de forma circular u ovalada cuya función es la de proporcionar iluminación), pero los dos laterales están cegados.
Para entrar en la iglesia hay dos puertas: la principal, que es de madera y tiene un arco de medio punto, y a cada lado hay una columna con base tetragonal que sostiene un tejadillo sobre el que hay un nicho y dentro de este hay dos figuras (San Juan Bautista y el Cordero Pascual); la otra puerta, también de madera, está abierta al arco de Arrebatacapas, es más sencilla, y tiene a sus pies una escalera que no llega a salir de la pared.

Iglesia de La Trinidad


Esta iglesia del siglo XII y de estilo románico, que fue reformada en el siglo XVI, sólo conserva de este período el ábside, que es de una enorme belleza.
En el exterior tenemos dos puertas, una de acceso, de líneas y clásicas, y otra renacentista con arco de medio punto. En el interior, con una única nave, destacan la bóveda de crucería, el retablo mayor de la iglesia, de estilo barroco, donde está la talla de la Santísima Trinidad y algunos lienzos, así como tres capillas a los lados. La del Cristo de los Cuatro Clavos, en cuyo altar mayor se conserva una talla gótica en madera de Cristo en la cruz, del siglo XIV, la capilla de los Ortega del siglo XVII y la de la Purísima Concepción, de estilo rococó. También hay un coro con la barandilla de piedra tallada.



También podemos resaltar la pila bautismal románica. Esta iglesia alberga el museo de La Caballada, que está declarada de interés Turístico Nacional, y el Museo de arte Sacro, con la fantástica talla del Cristo del Perdón, de Luis Salvador Carmona, siglo XVIII, uno de los más prestigiosos imagineros de la escuela castellana.
El ábside que es de estilo románico como decía al principio, tiene en sus muros 3 ventanas, que cada una de ellas está formada por 2 arcos concéntricos de medio punto. El arco exterior se apoya en el muro del ábside y el arco interior se apoya en columnas con capiteles adornados con motivos vegetales y bolas. Por la pared pasan salientes decorados con motivos vegetales: uno a la altura del alfeizar de las ventanas y el otro a la altura de los capiteles. También tiene 4 columnas que suben desde la mitad de la pared hasta el tejado.
El Retablo Mayor es obra de Diego del Castillo, dorado de Joseph Sancho y Domingo García. Está compuesto por 6 columnas y una plataforma con puertas para cerrarla en la cual se colocan las Santas Espinas el día de su celebración                          



Iglesia Santa María del Rey

Esta iglesia se encuentra situada en uno de los puntos más altos de la villa, al lado del castillo, y en la actualidad se utiliza como Campo Santo. Es de estilo románico, pero a causa de unas reformas en el siglo XVI, sólo queda de su primera construcción el ábside y dos puertas. Su altar mayor fue trasladado a la iglesia parroquial de Torija, y los cuadros y tallas al Museo de San Gil.


El Altar Mayor era del siglo XVII, perteneciente a la escuela madrileña. La iglesia tiene el techo en malas condiciones y el campanario está en ruinas. El ábside es cuadrado y al lado había 2 ventanas juntas, muy altas, pero actualmente están tapiadas. De las dos puertas que tiene, sólo se utiliza una ya que la otra está tapiada, pero aún se puede observar dos arcos concéntricos, y unas columnas con capiteles decorados con formas vegetales que los sujetan. El arco exterior está decorado con temas vegetales en forma de enredaderas, y el interior tiene tallado 2 frases, una en latín y otra en lengua árabe, cuya traducción sería "La permanencia es de Dios".
La otra puerta es utilizada para entrar a la iglesia y es una de las más bonitas composiciones románicas que hay en Atienza. Está adornada con 7 arcos concéntricos que se apoyan en columnas con capiteles Los arcos y los capiteles están decorados con figuras de personajes de la Biblia. Algunos de estos personajes se pueden identificar: Cristo bendiciendo, San Pedro con las llaves del cielo, San Pablo con una espada, Adán y Eva , diversos Ángeles...
Encima de los arcos hay dos figuras a las cuales les faltan las cabezas y entre medias debió haber otra figura por la existencia de un hueco en la pared,

La Muralla

Atienza estuvo rodeada de una fuerte muralla desde que los Reyes de Castilla se hicieron con la población, comprendiendo el gran valor estratégico del enclave. Del extremo norte del castillo surge la muralla que cerraba a la más antigua y reducida población. Todavía hoy se ve casi entera la cintura de piedra y argamasa que rodea la meseta en la que está la Iglesia de Santa María del Rey, y que venía a encerrar dentro de sí este antiguo y populoso barrio, el mejor de la villa hasta que en el siglo XV fue destruido.


En su extremo sur tenía una puerta llamada "Arco de la Villa o Arco de Armas", que ya no existe. La muralla sigue contorneando el barrio de la Trinidad, cerca de donde se ven los restos de la Puerta o "Arco de la Guerra" en uno de cuyos torreones se ha construido hoy una casa. Llegaba hasta la actual iglesia de San Juan, contorneándola también y abriéndose en el más bello y mejor conservado de los portones "el arco de San Juan" o "Puerta de Arrebatacapas" que hemos visto anteriormente. Seguía ascendiendo el cerro, abriéndose aún en el "Arco de la Nevera", completamente desaparecido, y uniéndose de nuevoal castillo en el extremo norte de su alargado peñasco.
En una época posterior, pero todavía en la Edad Media, se abrieron dos "portillos": "el de la Virgen" y el de "la Escuela Vieja", para acceder al barrio de San Juan y a la Plaza, más cómodamente desde San Gil.

El Castillo (Castillo Roquero)

El Castillo se levanta en los siglos XII y XIII, y se encuentra sobre un promontorio rocoso siendo la cúspide estrecha y alargada, y en ella asientan los restos de lo que fue alcazaba mora y cristiana. En su centro se abren dos profundos aljibes que sirvieron en sus tiempos para recoger el agua de la lluvia. En la parte alta todavía encontramos los restos de la entrada al castillo, formada por dos torreones que escoltan una puerta a la que se accede desde el camino de ronda. Destaca por su doble línea de muralla que se adapta a la morfología del terreno donde se encuentra.
En la esquina sur está la torre del homenaje, ofreciendo una sencilla estructura de planta cuadrada, con puerta en la planta baja, salas interiores y una escalera en el muro que asciende a las plantas superiores y finalmente a la terraza, desde la que se puede observar un bello paisaje.


El castillo fue devastado por las tropas francesas durante la guerra de la independencia, como pasó con gran parte de este tipo de construcciones. También sufrió ciertos incidentes en la Guerra Civil (1.936-1.939).
En la actualidad su estado es de ruina. Pertenece al ámbito municipal y por su mal estado está sin uso, aunque antaño fueron variados, desde cárcel para nobles hasta vivienda de Felipe V.
El 3 de junio de 1.931 fue declarado Monumento Nacional.


Iglesia Museo San Bartolomé

El Museo que se encuentra en la Iglesia de San Bartolomé, se enmarca en uno de los mejores elementos monumentales de la medieval villa de Atienza. La iglesia es un ejemplo relevante del arte románico castellano. Se sitúa en la parte más baja de la población, centrando hace siglos un populoso barrio. Está rodeada de una valla alta de piedra y la precede un pradillo con árboles que le confieren un encantador aspecto en su aislamiento.


Este templo se construyó en la primera mitad del siglo XIII, y en una piedra de la escalera que sube a la espadaña se lee la fecha exacta: ERA MCCLXI (1.223) y el nombre de Bohar que puede ser la firma del arquitecto o el artífice que la levantara.

En su origen esta iglesia tuvo una sola nave, pero posteriormente se le añadió otra por el norte, comunicándose ambas a través de dos amplios arcos apuntados. Su ábside es de planta circular, aunque al exterior se refleja en cabecera cuadrada. Sobre él se alza la torre espadaña, de indudable origen romámico.
La imagen exterior del templo es muy bonita: al sur tenemos la galería porticada con siete arcos de medio punto (los fustes de sus columnas pareadas fueron tallados y abalaustrados en el siglo XVI), que descansan sobre capiteles de muy leve talla vegetal, agrupándose seis de ellos para iluminar el atrio, y el séptimo, más a levante, permitiendo la entrada al mismo.


Iglesia Museo San Gil


En su origen medieval y románico en este lugar se asienta el Museo de Arte Religioso de Atienza. De su antigua fábrica románica sólo queda el ábside, construido en oscuro sillar. Es de planta semicircular, adornado de delgadas columnas adosadas que terminan en capiteles de decoración foliácea, recorriéndose el ábside de sencilla imposta decorada con trazos geométricos y abiertas dos ventanas muy delgadas y altas, con pequeños capiteles ornados de hojas de acanto. El resto del templo fue reconstruido en el siglo XVI.


En el muro de mediodía se abre una portada de estilo plateresco, formada por arco de medio punto con decoración de rosáceas y flanqueada por sendas pilastras cubiertas de grutescos y rematadas en flameros.
En el muro de poniente hay otra puerta, obra del siglo XVII, con una buena guarnición de clavos de forja.
El interior se estructura en tres naves separadas por gruesos pilares octogonales, que aguantan sobre una fina moldura el peso de los apuntados arcos pétreos.
La cabecera de la nave central es un plebisterio elevado, de planta circular, con muros y bóvedas del primitivo estilo. A los pies de la nave, nos encontramos un coro alto más moderno. Se cubre todo el templo de un impresionante artesonado de estilo mudéjar.

Convento de San Francisco

El convento se fundó en el siglo XIV, pero sólo queda el ábside y 4 ventanas.
Este ábside es de estilo gótico, con influencia del gótico inglés. Las ventanas son altas con arco apuntado. Cada ventana tiene dos columnas a cada lado que acaban con un capitel con decoración sobre motivos vegetales. En estas columnas y capiteles se apoyan los arcos apuntados. Las ventanas están tapiadas. Entre cada ventana hay un contramuro de gran altura.
En su interior no se encuentra ninguna obra de arte, puesto que se utilizó como almacén de una fábrica de harinas. Las cuatro ventanas están sobre un muro que perteneció al convento: están seguidas y las separa por una simple columna. Los arcos de las ventanas son de medio punto.

Atienza - Ábside de San Francisco - Ábside de San Francisco



Escudo de Atienza



2 comentarios:

  1. NO HAY VILLA COMO ATIENZA, SU RIQUEZA CULTURAL Y SU HISTORIA ES IMPRESIONANTE. ALGO QUE MERECE LA PENA CONOCER Y DISFRUTAR

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    1. Efectivamente. Uno de los pueblos de la Sierra Norte de Guadalajara de obligada visita.

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